PLAN DIRECTOR
PARA LA JUDERÍA DE CALATAYUD
El profesor e historiador, Álvaro López Asensio, propone al nuevo Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Calatayud un Plan Integral para recuperar el conjunto histórico de su judería y revitalizar su promoción cultural y atractivo turístico. Calatayud se merece una judería para disfrutar.
Así mismo, recomienda al Gobierno de Aragón a que declare Bien de Interés Cultural (BIC) todas las juderías aragonesas para su protección, rehabilitación y promoción. También pide un compromiso a las instituciones públicas (Ayuntamientos con juderías, Diputaciones Provinciales, Gobierno de Aragón, Ministerio de Cultura y organismos europeos) para que, conjuntamente, apuesten por mejorar la situación de deterioro en que se encuentran muchos de los recintos hebreos de nuestro territorio.
Álvaro López Asensio ha investigado durante años la judería de Calatayud. En estos momentos es la más y mejor estudiada de España. Pero esta ventaja queda relegada cuando se visita el trazado urbano de su conjunto histórico. Recorrer las calles de la antigua judería (hoy conocida como barrio de Consolación) es caminar por las mismas que calles que lo hicieron los judíos calatayubíes. Su trazado se ha conservado inalterable, salvo lo que fue el muro interior que separaba el qajal con la ciudad cristiana que, tras la expulsión de 1492, sufrió alteraciones en su planeamiento por los ámbitos de actuación que se hicieron para comunicar ambos espacios de habitabilidad.
Aunque se ha rehabilitado recientemente el castillo judío de Torremocha y recuperado la plaza de la judería, sin embargo, el mal estado del pavimento de las calles, el deterioro de sus edificios y fachadas, la falta de señalización, la insuficiente iluminación de sus viales y monumentos, la precaria situación de la ermita de Consolación (antigua Sinagoga Mayor), la ruina del castillo de Dña. Martina y antiguos muros, etc., hacen que, con urgencia, se elabore, apruebe y ejecute un Plan Integral que desarrolle propuestas y actuaciones que revitalicen su ámbito, cuyo epicentro se encuentra en el actual barrio de Consolación. Su asistencia técnica impulsará las sinergias necesarias para su recuperación, proyección y generación de un impacto económico positivo para la ciudad.
Por todo ello y sin ánimo de polemizar, sino de colaborar en el impulso y futura redacción de dicho Plan Integral, Álvaro López Asensio, propone al consistorio bilbilitano doce medidas de interés para que se tengan en cuenta en su elaboración. Seguro que ayudarán a desarrollar y conseguir los objetivos deseados.
1.- Plan Director para la renovación de servicios (agua y vertido) de la traza urbana de la judería que lo necesite, así como la pavimentación de todo el entorno a imitación de la Edad Media (mezcla de cantos rodados con losas de piedra o ladrillo).
2.- Nuevas Normas Urbanísticas que obliguen a conservar y rehabilitar las fachadas antiguas de tapial con piedra de yeso lucido. Los solares que requieran obra nueva recuperarán y adecuarán las fachadas medievales de tapial y ladrillo (para el portal y ventanas). Estarán todas pintadas de blanco o cal con un ligero tono de azulete. Se procurará recuperar en los altillos o graneros, las famosas lunas o solárium (terrazas) orientadas al Este y Sur geográfico, Espacios abiertos característicos en los edificios medievales de Calatayud y que aún se conservan en algunos caseríos de su casco antiguo.
3.- Mejorar fiscales para la rehabilitación y construcción de fachadas singulares. Las Ordenanzas Fiscales bonificarán o eximirán las tasas municipales de licencia de construcción, cuando se rehabiliten las fachadas o se levanten nuevas con tapial en el espacio de la judería.
4.- Mejora del alumbrado de calles, castillos, murallas y antigua sinagoga mayor. Conviene eliminar el cableado de las fachadas y colocar farolas discretas que no rompan con el entorno.
5.- Rehabilitación de la ermita de Consolación (sinagoga mayor de la judería). Para ello se debería redactar un proyecto que resuelva los problemas estructurales de la fábrica del oratorio y una restauración en profundidad que repare la cubierta. Se hace necesario rehabilitar sus paredes y consolidar las partes dañadas por fisuras y humedad. El más importante legado judío que se conserva en Calatayud es la fachada principal de la sinagoga Mayor con sus dos puertas de rejola o ladrillo, una para los hombres (derecha) y otra para las mujeres (izquierda).
6.- La realización de catas arqueológicas en el corral o solar trasero de la antigua sinagoga Mayor. En el siglo XVII fue derribada, construyéndose la actual ermita de Consolación con la antigua fachada sinagogal. Parte de sus escombros se depositaron en dicho solar. Los materiales que se encuentren serán de gran interés arquitectónico y museístico.
7.- La habilitación de un equipamiento cultural y centro de estudios de la judería. Calatayud tiene que apostar por un proyecto museístico que recoja no sólo los materiales arqueológicos de interés, sino incluso explique la vida cotidiana de los judíos mediante paneles y medios digitales explicativos, entre otros usos como un centro de estudios de la cultura judía. Sería de gran interés la compra y rehabilitación de la propiedad que está anexa a la ermita de Consolación para un gran espacio de historia de los judíos. No debemos centrar los esfuerzos sólo en este espacio, pensando que sería la solución definitiva para promocionar la judería. El Plan integral requiere de una actuación en su conjunto, siendo todas estas propuestas tanto o más importantes que este equipamiento cultural. Hasta que este espacio sea una realidad, el museo municipal puede exponer las piezas arqueológicas y pasearnos por el pasado judío de la ciudad.
8.- Un centro de acogida para visitantes. Este proyecto va a ser una realidad, ya que el Consistorio ha adjudicado de nuevo las obras de rehabilitación de la bodega medieval sita en la primitiva plaza de la judería. Este equipamiento va a posibilitar la bienvenida a todos los integrantes de la comunidad judía, a los judíos cuyo linaje desciende de Calatayud y todos los visitantes que estén interesados en esta cultura. El centro cultural anteriormente descrito, podría acoger también este espacio de recepción.
9.- Proteger lo que queda del fosar o cementerio de los judíos bilbilitanos, con el fin de conservar sus sepulturas y los restos humanos hasta su estudio arqueológico. Con la intención de hacer el ADN de los mismos, algunos han profanado los huesos y se los han llevado a sus casas, sin tener en cuenta la abominación y rechazo que supone para el mundo judío dicho expolio y práctica.
10.- Plan estratégico de señalización e información turística. La antigua judería de Calatayud tenía nueve barrios. Es preciso que, en cada uno de ellos, se coloque un soporte de información turística o paneles explicativos con su delimitación, la ubicación de sus edificios públicos y los judíos que allí vivían, además de otros datos de interés. Dichos paneles tendrán también un código QR para que, a través del dispositivo móvil, los discapacitados sensoriales y visitantes puedan acceder a la historia de la judería y su aljama de judíos.
11.- La redacción de una ordenanza para que vecinos y asociaciones puedan hacer de voluntarios como guías turísticos de la judería. El objetivo es que particulares y miembros del tejido asociativo de la ciudad puedan hacer de guías turísticos a pequeños grupos de forma gratuita.
12.- Productos culturales que promocionen la marca “judería de Calatayud”: Festivales (música sefardí, talleres de cocina judía, recitales de poesía, representaciones teatrales, etc.); Exposiciones culturales (pintura, fotos, juderías aragonesas, etc.); Jornadas (conferencias, visitas guiadas, atención a grupos, etc.)
La situación en que se encuentran muchas de las juderías aragonesas es muy similar a la de Calatayud. Todas cuentan con importante patrimonio material e inmaterial, pero necesitan del compromiso y apuesta decidida de las Instituciones políticas (Ayuntamientos con juderías, Diputaciones Provinciales, Gobierno de Aragón, Ministerio de Cultura y organismos europeos) para emprender sinergias de recuperación social, revitalización integral y promoción de los principales recintos hebreos: Zaragoza, Calatayud, Tarazona, Huesca, Teruel, Daroca, Borja, Jaca, Híjar, Tauste, Luna, Sos, El Frago, entre otras.
Por ello, es necesario acometer actuaciones programadas entre todos, dirigidas a aumentar el soporte físico existente (estructura viaria, edificaciones, señalización, etc.) y recuperar valores de tipo cultural a través de la conservación de sus monumentos históricos-artísticos. En suma, las instituciones públicas deben aprovechar los valores existentes en las juderías aragonesas para satisfacer las funciones que se demandan en la actualidad.
Para conseguirlo, Alvaro López Asensio propone que, en primer
lugar, el Gobierno de Aragón declare Bien de Interés Cultural a todas las
juderías del territorio. Esta catalogación facilitará políticas de recuperación
integral en el marco legal de conservación del patrimonio, así como la
protección por parte de esas instituciones a fin de beneficiarse de ayudas que
mejoren la situación de deterioro y dejadez en que se encuentran muchas de
ellas.
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