ORACIONES SINAGOGALES DE SEFARAD

 Por: Álvaro López Asensio

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1.- LAS ORACIONES DOCUMENTADAS

 

1.-  Los géneros literarios de las oraciones judías: los pizmon y los quinos. Las oraciones que recitan y cantan los judíos de Calatayud se pueden clasificar en dos grandes géneros literarios: los pizmon o prosas (textos bíblicos prosaicos), y los quinos o versos de la literatura Sapiencial hebrea. Estas últimas composiciones poéticas se llaman también endechas.

 

-  El 17 de marzo de 1488, el judío bilbilitano, Mosse Quatorze, atestigua ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que estando en Illueca -debido a la epidemia de Peste que entonces asolaba Calatayud (año 1458-1459)-, el acusado “demostrava a este deposant pizmon, que quiere dezir prosas, quinos, que quiere dezir “endechas” (versos) y esto muchas dias gelo demostrava a este deposant fasta que este deposant lo supo y que el dicho Simon ensenyava el dicho quinos a este testigo con mucha devocion, loando las dichas oraciones y las tenia por buenas[1]”.

 

2.-  Los pizmonim eran cantos de alabanza a Dios.  El pizmón era la oración que se cantaba habitualmente en los oficios  sinagogales de Calatayud (oración diaria de la mañana, tarde y noche). En la Edad Media, la mayoría de los pizmonim se inspiraban en los Salmos y proverbios de la Biblia, aunque también los había que elogiaban la vida popular, como la que escribió el célebre Yehuda Ha Levi (Tudela 1.070 – Jerusalén 1.141). Este género de canciones y melodías no sólo alaban a Dios, sino que transmiten los valores esenciales de la tradición religiosa judía.

 

-  El 25 de enero de 1488, el notario de Calatayud, Berengario de Santangel, confiesa ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que paseando por el mercado de la ciudad, vio al acusado en compañía de Johan Pérez de Fariza “que estavan asentados en hun vanquo y este deposante llegase a ellos e vio estava fablando en ebrayco y dixo el dicho Simon al dicho Joahn Perez digamos hun pizmon, e tomaron se a cantar baxo en ebrayco[2]”.

 

-  El 14 de agosto de 1488, el judío bilbilitano, Brahem Panyero, declara ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que le llamó “e apartavalo a huna parte a solas e le dizia según la pascua de los judios que veni, estas palabras: catar Panyero, que en esta pascua que viene haveys de dizir tal dizir o tal pizmon, y esto le dizia en ebrayco nombrando le las palabras todas en ebrayco, assi como los judios las acostumbran a dezir en la singoa según la pas que era[3]”.

 

-  El 25 de enero de 1489, el notario bilbilitano, Berengario de Santangel, dice ante la inquisición que juzga al bilbilitano, Johan Pérez de Santa Fe (alias de Fariza), que paseando por el mercado de la ciudad vio al acusado y a Simón de Santa Clara que estaban sentados en un banco, y acercándose a ellos “vio que estavan fablando en ebrayco y dixo el dicho Simon al dicho Johan Perez, digamos hun pizmon, e tomaronse a cantar bajo en ebrayco; que dizia o que nolose, ni entiendo tal lenguaje[4]”.

 

3.-  Los quinos son himnos que intentan describir el comportamiento práctico de la vida y el destino humano. Estos himnos, poemas o versos pertenecen al libro de los Salmos o al resto de literatura Sapiencial bíblica (Proverbios, Sabiduría, Job, Eclesiastés y Cantar de los Cantares). Estos cánticos abordan los problemas del hombre, prescribiendo la conducta que Dios desea a través de ellos.

 

- El 11 de junio de 1489, el judío de Calatayud, Yuçe Azarias, afirma ante la inquisición que juzga al converso, Pedro de Santa Clara (alias el Platero), que “hun dia viniendo de Fariza, començo a dizir este testimonio su oracion y el dicho Pedro el Platero, el qual venia en su companya dixo la oaracion con este testimonio y le rogo enpues que le fiziesse escribir de letra judayca muy gruessa en un pergamino, los tetenta y dos nombres y assi este testigo los fizo escirbio de letra gruesa y gelos dio y que era hun hinno (himno) judio e no propio deste deposante[5]”.

 

4.-  Uno de los quinos más populares era el Salmo llamado “alfabeta”. Los Salmos alfabéticos o acrósticos son aquellos cuyas letras iniciales comienzan con las 22 letras ordenadas del alfabeto hebreo. Estilísticamente se caracterizan por la riqueza de expresión. En unos casos, la primera letra de cada verso se distribuye por orden alfabético (salmos 15, 24, 111, 112 y 145). En otros, las letras del alfabeto comienzan con versos alternados (Salmo 37) o en intervalos más amplios (Salmos 9 y 10). Pero el Salmo más representativo de este género literario es el Nº 119, que divide sus veintidós estrofas (una por cada letra del alfabeto) en ocho versos que, además de rimar, comienzan con la misma letra. Los judíos emplean en la actualidad el Salmo 119 para casos de pedidos por la salud de enfermos. Por ejemplo, para el caso de un enfermo que se llama Itzjak (Isaac), se leen los 8 versículos correspondientes a cada una de las letras hebreas de su nombre. Para ello, lo primero que debemos hacer es, averiguar cómo se escribe el nombre del enfermo en hebreo.

 

Al parecer, los judíos de Calatayud leían del Salterio el “alfabeta”, un Salmo popular que se rezaba en la sinagoga la tarde del shabat. Por desgracia desconocemos cual de esos nueve Salmos acrósticos pudo ser el “alfabeta” que se menciona en los procesos de inquisición estudiados.

 

-  El 26 de enero de 1488, el judío de Borja, Simuel Abenxuen, declara ante la inquisición que juzga a su tío carnal, el converso de Calatayud Pedro de Daroca, que “una vez al dicho su tio, un judio que yba en su companya (le preguntó) que qual era la mejor Ley, y dize que no les respuso qual era la mejor Ley, salvo que les dixo que dezia cada dia sesenta paternostres para el alma y dos vezes el alfabeta de los judios, que quiere dezir un salmo del salterio que los judios dizen en sabado en la tarde porque no le faltasen dineros[6]”.

 

5.-  Las oynas son oraciones para escuchar. Los asistentes a la sinagoga no siempre rezaban o cantaban las oraciones en comunidad, sino que a veces las escuchaban del rabino, del hazán (cantor) o del miembro de la comunidad que presidía la plegaria. Parece que en Calatayud era habitual recitar o cantar oynas en ciertas liturgias y fiestas judías:

 

-  El 17 de marzo de 1488, el judío de Illueca, León Quatorze, afirma ante la inquisición que juzga al converso de Calatayud, Simón de Sancta Clara, que “por muchas vezes dezia a este testigo tal dia teneis tal fiesta y abreis dezir tal pizmonnim y tales “oynas” quando se perdio la Casa Sancta y otras muchas oraciones que los judios dizen y las cantava lo mesmo que los judios las cantan[7]”.

 

2.- ORACIONES INDIVIDUALES DE LOS JUDIOS DE CALATAYUD

 

2.1.- LA ORARACIÓN INDIVIDUAL NO SINAGOGAL

 

Si la oración comunitaria tiene un carácter muy especial y obligatorio (minyan), la oración individual no deja de ser menos importante para cualquier judío. Además del Shemá Israel (oración individual fija y obligatoria tanto dentro como fuera de la sinagoga) también están todas las oraciones personales (obligatorias u opcionales) dichas bajo la forma de bendición o berajá, y todas las otras espontáneas dejadas a la inspiración de cada uno.

 

-  El 24 de febrero de 1509, el presbítero de Calatayud, Pedro López, dice ante la inquisición que juzga al converso, Pedro Ximénez, que le hoyó decir “como estando en Navarra judio, con su muger, casa y fijo, y no teniendoles que dar de comer ni dineros pa mamantarlo, el se yba a dalguna parte que estava solitaria y que rogava alli al Dios de Moysen, o de Habraham, o de Jacob, una destas razones y que luego hallaba alli dineros que se le aparecian[8]”.

 

2.2.-  LAS BENDICIONES JUDIAS: LA BERAJÁ

 

2.2.1.- Significado de las bendiciones judías

 

La oración individual judía es ante todo una bendición o berajá. La palabra berajá proviene de la raíz hebrea berej, que significa “caer de rodillas” y en un sentido más amplio “alabar a Dios”. Por la berajá el judío celebra a Dios por los dones recibidos, al mismo tiempo que le consagra todas las cosas y todas sus acciones: su vida entera se transforma en una continua alabanza a Dios.

La tradición rabínica recomienda que nadie debe pedir favores a Dios sin antes recitar una bendición. En el lenguaje cotidiano, la bendición es considerada como una oración pronunciada no sólo para invocar a una persona, sino también para alabar a Dios, darle gracias o, simplemente, una plegaria para pedirle algo. Cuando el hombre bendice a Dios, reconoce en él la fuente de todo cuanto tiene y la gratuidad de todo lo recibido. Podemos distinguir tres clases de bendiciones[9]:

 

1.-  Las bendiciones llamadas “de uso”. La tradición rabínica dice que usar cualquier cosa de este mundo sin pronunciar una bendición es obrar como un ladrón o profanador. En efecto, “el hombre que se atribuye una cosa como si le pertenciera, la profana no reconociendo al autor que la hace santa” (TB Berahot 35a y b).

2.-  Las bendiciones que prescriben los mandamientos.  Nos referimos a las que se pronuncian antes de cumplir una misvá o precepto.

3.-  Las bendiciones empleadas para la liturgia. Se recitan para complementar y reforzar las oraciones y Salmos de los oficios cotidianos sinagogales (oración de la mañana, tarde y anochecer).

Las palabras iniciales de una bendición o berajá son siempre las mismas: Baruj Atá (bendito eres Tu), Adonáy (Señor), Elohénú (nuestro Dios), Mélej Haolám (Rey del mundo). Toda oración que comience o concluya con estas expresiones, se consideran “bendición”.

 

El Talmud enseña que hay que pronunciar cada día cien bendiciones y que hay que bendecir a Dios en todas las circunstancias más o menos afortunadas de la vida (TB Menahot 43b). Cien traduce más bien una actitud interior que un número matemático: bendecir a Dios cien veces al día significa bendecirle sin cesar.

 

Los judíos de Calatayud también recitaban a diario la berajá, como lo demuestra los siguientes textos seleccionados de los procesos de inquisición:

 

-  El 28 de febrero de 1488, el judío de Calatayud, Simuel Alazar, declara ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que el acusado le dijo “quando era hecho en la sinoga dizia esta roación, verahot y pizmonim, las quales oraciones el dicho Simon de Sancta Clara ahun era viejo dizia cantando a medio tono en presencia deste testigo y de los otros judios y dize ete testigo que verahot quiere dizir bendiciones y pizmonim otra manera de cantar[10]”.

 

-  El 28 de febrero de 1488, el clérigo de Terrer, Sebastian Dutrilla, afirma ante la inquisición que juzga al bilbilitano, Simón de Santa Clara, que un moro de Terrer llamado, Ali Alamin, oyó decir al acusado en el mercado de Calatayud que “pora quel que fizo las doze tribus de Israel, que no como, ni bevo, ni duermo en mi lecho que no haga la veraha, que no ay mas noble cosa en el mundo[11]”.

 

-  El 1 de marzo de 1488, el clérigo de Terrer, Sebastián Dutrilla, atestigua otra vez ante la inquisición que juzga esta vez al converso de Calatayud, Antonio de Blanas, que “hoyo dizir a hun hombre llamado Simon de Sancta Clara el viexo, que dixo que uno llamado Blanes, padre deste Blanes y a Johan Alazan, vezinos de Calatayut, por aquel que fizo las diez tribus de Israel, que no como ni bevo, ni duermo an mi lecho, que no haga la beraha, que no ay mas nobre cosa en el mundo, y el dicho Blanas dixo: yo algo fago y el dicho Joan Alazan dixo yo que callo hago he que hago bien que bezmilites ay de caga[12]”.

 

-  El 23 de julio de 1488, el moro de Terrer, Ali Alfaqui, asegura ante la inquisición que juzga al converso de Calatayud, Simon de Santa Clara, que “vio que Simon de Sancta Clara e Anthon de Blanas y Johan Alazan estavan hablando de la Ley, y este deposante huyo que el dicho Simon de Sancta Clara dixo: para quel que fizo las doze tribus de Israel, no ha mas dulce cosa en el mundo que es la beraha, ni como, ni bevo, ni me echo en mi lecho sino que la diga[13]”.

 

2.3.- BENDICIONES RELACIONADAS CON LOS ALIMENTOS

 

2.3.1.- La bendición para lavarse las manos

 

Los judíos bilbilitanos se lavaban ritualmente las manos antes de comer. No es sólo una medida de purificación espiritual, sino una tradición bíblica impuesta por el rey Salomón antes de realizar los korbanot o sacrificios del Templo. Tras su destrucción (año 70 d. C.), los judíos de la diáspora continuaron la costumbre como señal de fe y esperanza en su pronta y nueva reconstrucción.

 

El procedimiento es el siguiente: se toma un recipiente con agua y se derrama tres veces sobre la mano derecha y luego sobre la izquierda, se levantan ambas manos con la recitación de la berajá o bendición, finalizando con el secado de las manos. Si se consume poca cantidad de comida, se lavan las manos sin recitar la bendición hasta que se coma el pan.

 

- El 27 de marzo de 1488, la vecina de Calatayud, Johana de Santa Clara, mujer de Alfonso de Sayas, manifiesta ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que “vio como hun su aguelo que se dizia Simon de Sancta Clara, que dizia cierta oracion lavando se las manos y que no le parecia que aquella oracion la dizia demanera que los crisitanos la dizen[14]”.

 

-  El 10 de enero de 1492, el fiscal de la inquisición, Pedro de Valladolid, interroga a Luis de Heredia, acusado de judaizar, quien reconoce que “quando se lavava las manos dezia una oracion judayca que comença “meloha melay melaho”, e la misma oracion assimismo quando el dicho su padre se lavaba las manos le hoyo dizir la dicha oraçion… Pregunado quien gelo demostro dicha oraçion que fazia al lavar las manos y que quiere dizir, respuso que no lo sabe que quiere dizir y que a un judio le hoyo dizir la oraçion de la veraha y la otra al dicho su padre[15]”.

 

-  Posiblemente en la segunda quincena de enero de 1492, el fiscal de la inquisición, Pedro de Valladolid, emite sentencia contra el converso de Calatayud, Luis de Heredia, quien le acusa de que “al lavar de las manos dezia otra oracion judayca que comiença: meloha melay melaho[16]”.

 

2.3.2.- La bendición de la mesa antes de comer

 

Los judíos de Calatayud, fieles a sus tradiciones, bendecían los alimentos antes de comer. Bendecir la mesa equivale a pedir permiso a Dios para comer, reconociendo que “el mundo y todo lo que hay en él, es de Dios” (Sal 24, 1) y que él es la fuente de todos los alimentos y dones de la vida.

 

-  El 4 de marzo de 1488, el judío de Calatayud, Yuçe Buenavida, declara ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que mientras “bendecia la mesa al principio y a su presencia, el dicho Simon de Sancta Clara que entre tanto que este deposante vendicia la dicha mesa, vio este deposante como el dicho Simon de Sancta Clara rezava baxiquo e no sabe lo que rezava[17]”.

 

-  El 3 de agosto de 1488, el judío de Arándiga, Jaco Carillo, dice ante la inquisición que juzga al converso, Ferrando López (el mudo), que cuando iba de viaje a la feria de Medina con otros conversos (su hermano Ferrando, Esperandu Ram y Pedro de Sancta Cruz) “quando con uno quando con otro, con este testigo juamente a una mesa gallinas, cabritos degolados por este testigo, e otros manjares judaycos, y estavan presente a la bendicion de la mesa que este testigo fazia[18]”.

 

-  El 8 de agosto de 1488, el judío de Calatayud, Brahem Alpastan, afirma ante la inquisición que juzga al converso, Antonio de Santangel (acusado de judaizar), como “vio en aquellos dias comer en la dicha casa a los dichos Benito Ram y a Anton Ram y a Benito Ram, notario, fijos suyos, y a una nieta con este testimonio, y el dicho su tio de las viandas judaycas quel dicho Alpastan judio havia fecho apexar en la dicha casa de Benito Ram, e vevian del vino judayco y estuvieron a la vendicion de la mesa quel dicho Alpastan judio fizo[19]”.

 

-  El 22 de agosto de 1509, el fiscal de la inquisición acusa al vecino de Morés, Johan de Sos, que “muchas vezes ha comido con judios y en sus casas, assi en sabados como en otros dias de sus haves y carne judayca y estuvo presente en la bendicion de la mesa[20]”.

 

-  El 22 de agosto de 1509, el fiscal de la inquisición acusa al vecino de Arándiga, Johan de Gotor, que “muchas vezes ha comido con judios a una mesa juntamente con ellos de sus haves y viandas judaycas, y estava presente a la vendicion quel judio dava en la mesa[21]”.

 

2.3.3.- La bendición de la mesa después de comer

 

La Birkat Hamazon o “bendición para después de las comidas” también es de origen bíblico: “cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás al Señor, tu Dios, por la buena tierra que te ha dado” (Dt 8, 10). Esta acción de gracias contiene cuatro bendiciones: por el alimento, por la tierra, por Jerusalén y por aquel que es bueno y hace el bien. Como complemento a las bendiciones previas a la comida, los judíos de Calatayud también daban gracias y bendecían a Dios después de comer, expresando así su fe y gratitud por los alimentos recibidos en su nombre.

 

-  El 25 de enero de 1488, el clérigo de Santa María la Mayor de Calatayud, Johanes de Ortega, asegura ante la inquisición que juzga al converso Alfonso de Santa Cruz, que “ciertos días clamava a sus a los sobre dichos (hijos), quando havian comido e fazian cierta oracion pronunicando al uno bueno e al otro malo[22]”.

 

-  El 10 de marzo de 1488, El judío de Calatayud, Simuel Alazan, testifica contra el converso, Jayme Ramón (acusado de judaizar), diciendo que le “rrogo a este deposante con mucha instancia que le escriviesse este deposante al dicho Jayme Ramon la beraha que los judios hazen encima la mesa quando han comido, y que este deposante dixo que no sabia escribir mucho bien empo que el la sabia de coraçon y que el dicho Jayme Ramon dixo a este testigo que plazer me harrades si me la davades en escripto[23]”.

 

-  El 16 de mayo de 1488, el judío Simuel Alazan, vuelve declarar contra Jayme Ramón, diciendo que le “rogo al presente testimonio deposante que le diese en scripto de tal letra que la pudiese leer el “la beraha”, que es huna vendicion que los judios azen quando acaban de comer y el presente dixo le que no sabia escrevir de la letra que el demandava y assi no curo de dargela[24]”.

 

-  El 6 de octubre de 1488, el judío de Valladolid, Yuçe Çafati (que nació y vivió en Calatayud), declara ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que estando en casa del acusado “hun dia que a los cristianos era prohibido de comer carne po no le acuerda si era viernes o sabado o cuaresma, y queriendo el dicho Simon acabar de comer, dixo a Simon de Sancta Clara, menor fijo suyo que hoy bive en Calatayut, que contra con el juntamente en la mesa, venaqua amatu, pues havemos comido digamos la beraha, y el dico Simon de Sancta Clara, menor, dixo pues començar vos y assi el dicho Simon de Sancta Clara dixo la beraha que es vendicion en ebrayco[25]”.

 

 2.3.4.- Las bendiciones sobre el pan y el vino

 

A parte de la bendición de la mesa antes y después de comer, los judíos bilbilitanos también bendecían el pan (Bicat Hamozi) y el vino (Kidush) de las comidas, especialmente en la cena familiar del shabat y en la cena de la Pascua (Seder Pesaj).

 

La cena del shabat comienza con la berajá sobre el vino (kidush o santificación) y sobre el pan (Birkat Hamozi). En la cena de Pascua, por el contario, se pronuncian varias bendiciones sobre el pan, el vino y los diferentes alimentos que se toman, como luego tendremos oportunidad de ver cuando tratemos estas fiestas por separado.

 

Las prescripciones rabínicas recogidas en al Misná dicen que, sobre el vino se ha de decir cualquiera de estas bendiciones: “bendito seas creador del fruto de la vid” (Ber 6,1). “Si uno recita la bendición sobre el vino antes de la comida, está eximido de recitarla de nuevo después de la comida” (Ber 6,5). “Si el vino es servido en medio de la comida, cada cual recita la bendición para sí; si es después de la comida, uno la recita por todos” (Ber 6,6).

 

En los procesos de inquisición hemos encontrado alguna referencia a este tipo de bendiciones, lo que demuestra que los judíos bilbilitanos las pronunciaban habitualmente en sus comidas cotidianas.

 

- El 16 de junio de 1488, el fiscal de la inquisición, Michael de Monterrubeo, interroga al converso de Calatayud, Jayme Ramón, quien reconoce que “quando comia siempre vendicia la mesa en ebrayco en aquesta manera: que fazia havia vendicion al pan, otra vendicion en ebrayco a la mesa. La del pan que fazia este quonfesante es esta: “barot moci le humiarez”, que quiere dezir “vendito sea el que saco el pan de la tierra”. La vendicion que fazia en ebrayco al vino es esta: “barot bore peri achqueferi”, que quiere dizir “bendito sea el que fara vino de la vit[26]”.

 

2.4.- BENDICIONES QUE SE REZAN EN LA VIDA COTIDIANA

 

2.4.1.- La bendición de los niños

 

Los judíos de la Corona de Aragón guardaban la costumbre bíblica de bendecir a los niños, práctica llamada Bikat Horim o “bendición de los padres”. Según dijo un rabino valenciano, “el poner de la mano encima de la cabeça bajandola por la cara abaxo sin santiguar, diceque signiffica la bendicion que Jacob dio a Manasses y a Effraym, nietos suyos, hijos de Josepf, nacidos en Egipto, quando les pusso las manos encima de la cabeá y les bendixo como esta escripto al fin del Genesi en el testamento de Jacob[27]”.

 

En efecto, Cuando Jacob estaba a punto de morir, reunió a sus 12 hijos para que recibieran una bendición. Pero antes de que pasaran, el Patriarca llamó a dos de sus nietos, Efraim y Manashés (hijos de José), para que recibieran los primeros una bendición especial (Gn 47, 28 ss.). Jacob deseaba enfatizar con este gesto la paz entre los hermanos, es decir, que entre estos dos hermanos no existía la rivalidad que tenían con sus doce hijos legítimos (Gn 48, 13-14). Efraim y Manashés crecieron en Egipto, tuvieron las mismas creencias, ideales y prácticas al Dios de Abraham. Esta ha sido la razón por la que los judíos han bendecido, a lo largo de su dilatada historia, a los más pequeños de la casa. Veamos cómo era la bendición de los niños y su procedimiento en la judería de Calatayud:

 

1.- Los niños judíos besan la mano de sus padres y mayores. Los niños se acercaban a sus padres, personas mayores y familiares directos para besarles las manos. Al contrario que en otros territorios de la Corona de Aragón (como Valencia), en Calatayud los padres no imponían las manos sobre la cabeza del muchacho, sino que las juntaban y extendían (a la altura de la boca) para que el niño las besara.

 

-  El 22 de febrero de 1514, el procurador fiscal de la inquisición acusa a la conversa de Calatayud, Gracia de Blanas, de haber demandado a “los dichos sus padres y madre y les beso las manos y ellos ley donaron (es decir, se las pusieron)[28].

 

2.- Los niños besan las manos para pedir el perdón de sus padres y mayores. Con el besamanos, el niño no sólo demostraba una actitud de humildad, respeto y obediencia hacia las personas mayores, sino que buscaba además su bendición y perdón. Este rito adquiere su plenitud cuando los padres bendicen, a los más pequeños, al inicio de la cena del shabat del viernes por la noche.

 

-  Febrero de 1514, el procurador fiscal de la inquisición acusa a la conversa de Calatayud, Constanza de Ariza, de que “demando perdon a los dichos sus padres y madre y les beso las manos y ellos le perdonaron[29]”.

 

3.- A continuación los mayores les pasan la mano por la cara.  Una vez besadas las manos, suben una mano por la cara como gesto de afecto, bendición y protección. Los cristianos tenían la costumbre de bendecir a sus hijos con la señal de la cruz (en la frente, en la cara o en el pecho). Muchos conversos fueron acusados por la inquisición de no bendecir a los niños (después de besarles la mano) con la señal de la cruz (a modo cristiano), sino con el rito judío.

 

La bilbilitana Isabel Lunell dijo ante el Santo Oficio que lo hacía a la manera judía para proteger a sus hijos del mal de ojo, ya que existía la creencia popular de que la bendición judía también protegía de muchos males y sortilegios y, por consiguiente, de muchas enfermedades.

 

-  El 17 de agosto de 1491, el vecino de Calatayud, Dominico Desteban, expone ante la inquisición que juzga a la conversa, Isabel Lunell, que “vio como quando le besavan a la dicha muger de Jorge de la Cabra (la acusada) la mano sus fijos, llamda la huna Beatriz y la otra no le acuerda el nombre, les pasava la mano por la cara abaxo y no las santiguava y esto le vio hazer muchas vezes y este deosante le pescudava que porque les passava assi la mano por la cara y ella respondio que porque no les tomasen del ojo[30]”. Para rebatir este testimonio, el 15 de septiembre de 1491, su abogado defensor Gil de Magallón, dice ante el tribunal de la inquisición “que passava la mano a sus fijos por la cara y que los santiugava y que le dezia porque lo fazia y que responde que pa que no los tomassen de ojo, la qual depossicion es falsa[31]”.

 

4.- Al mismo tiempo les dicen frases para desearles suerte y felicidad. No había reglas fijas para contestar a los pequeños. Cada judío pronuncia la bendición de manera distinta según el momento, la circunstancia y el niño concreto. Los mensajes solían estar relacionados con deseos de paz, buen comportamiento, suerte, protección y felicidad.

 

-  El 15 de agosto de 1488, el judío de Daroca, Bienvenist Arrueti, manifiesta ante la inquisición que juzga al converso de Calatayud, Anthon Ximenez de Rueda, que “quando este testimonio deposante sallia descuela (de la escuela) vesava las manos a los dichos Anthon Ximenez de Rueda y a la dicha rea su muxer, e ellos le pasavan la mano por la cara como los judios le acostumbran fazer y dizianle “el Dios te faga tan buen judio como tu padre y algarroz beses a tu mama[32]”.

-  El 28 de octubre de 1489,  una judía (en blanco) comparece ante el fiscal que juzga al converso y vecino de Ariza, Johan Perez de Santa Fe, el cual dice que estando el acusado en Ariza, sus nietos Lezar Azay, Brahem Azay, Yuçe Azay y Brahem Abenmayor,  “le besavan la mano y el dicho Johan Perez les dizia a todos a ellos “buen fado hayas” (buena protección tengas), pasandoles la mano por la cada al modo judayco[33]”.

 

 2.4.2.- La oración para levantarse

 

Los judíos de Calatayud tenían también la costumbre de recitar una oración breve al levantarse de la cama por la mañana. Con ello pretendían alcanzar el favor y la bendición de Dios durante todo el día. Para ellos era muy importante que las primeras palabras pronunciadas, nada más levantarse, fueran para nombrar y bendecir a Dios.

 

-  El 4 de marzo de 1488, el judío de Calatayud, Yuçe Buenavida, testifica ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que “vio muchas y diversas vezes como el dicho Simon de Sancta Clara por las manyanas quando se levantava rezava en ebrayco huna oracion que suelen y acostumbran de dezir los judios por las manyanas quo se levantan que empieça assi: “heloay desama”, que quiere dizir “mi Dios esta alma”, y que este rezar vio por espacio de tres annos[34]”.

 

 2.4.3.- La bendición para estornudar

 

Los judíos hacen de toda su vida una oración, un pretexto para alabar, bendecir y nombrar a Dios. Los judíos de Calatayud, fieles a esta creencia, rezaban frases hechas para cualquier acontecimiento de la vida cotidiana, entre ellas estornudar.

 

-  El 5 de agosto de 1488, el judío de Calatayud, Mosse Alpastan, dice ante la inquisición que juzga al converso, Alfonso de Santa Cruz, que estando con el acusado “asi favlando, el dicho don Alonso de Sancta Cruz, estermido (estornudó) e dende que hun estermidado luego en continent dixo estas palabras “rahamana amitomim” que quiere dizir “sennor piadoso vidas buenas”, las quales palabras dize este deposant son en ebrayco y acostumbran los dizir algunos judios luego que han estermidado[35]”.

 

 2.4.4.- Oración para maldecir a los Conversos

 

 En el último tercio del siglo XV, se introdujo entre los judíos la costumbre de recitar diariamente una oración para maldecir a los conversos (llamados entre los judíos marranos), la cual dice así: "la mesumadim al tey tiba col aminim becol hal masinim que rega yobedo que quiere dezir a los destruidores sin esperanza, todos ellos os lleno de maldades perdidos en este mundo y en el otro[36]”.

 

 

 



[1] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 54.

[2] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 78.

[3] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 77 vto.

[4] AHPZ, Caja 9, Nº 10;  Proceso inquisitorial contra Johan Pérez de Sancta Fe, pag. 88.

[5] AHPZ, Caja 7, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Pedro de Sancta Clara, el Platero, pag. 11.

[6] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Pedro de Daroqua, pag.  207 vto.

[7] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 55.

[8]  AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Pedro Ximénez, pag. 23.

[9] AVRIL, A.C.; Op. Cit. “Oraciones judías”, pag. 13.

[10] )  AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 71.

[11] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 53 vto.

[12] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Anthonius de Blanas, pag. 82 vto.

[13] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 71vto.

[14] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 57.

[15] AHPZ, Caja 12, Nº 9;  Segundo proceso inquisitorial contra Luis de Heredia, pag. 13vto.

[16] AHPZ, Caja 12, Nº 9;  Segundo proceso inquisitorial contra Luis de Heredia, pag. 17vto.

[17] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 66 vto.

[18] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Ferrando López, pag. 153.

[19] AHPZ, Caja  12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Antonius de Santangelo, pag. 17 vto.  

[20] AHPZ, Caja  20, Nº 15;  Proceso inquisitorial contra Johan de Sos, pag. 10.  

[21] AHPZ, Caja  20, Nº 15;  Proceso inquisitorial contra Johan de Sos, pag. 14.  

[22] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Alfonso de Sancta Cruz, pag. 120.

[23] AHPZ, Caja 12, Nº 9;  Proceso inquisitorial contra Jacobo Raymundo, pag. 27 vto.  

[24] AHPZ, Caja 7, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Jacobo Raymundo, pag. 20 vto.

[25] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 81-81 vto.

[26] AHPZ, Caja 7, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Jacobo Raymundo, pag. 11 vto.-12.  

[27] SANTAMARIA, R.;  Op. Cit.  "Ritos y costumbres...", pag. 181-188.

[28] AHPZ, Caja 22, Nº 1;  Proceso inquisitorial contra Gracia de Blanas, pag. 3 vto.

[29] AHPZ, Caja 22, Nº 2;  Proceso inquisitorial contra Constanza de Ariza, pag. 6 vto.

[30] ASCZ, (CRETA) (Sin signatura);  Proceso inquisitorial contra Isabel Lunell, pag. 35 vto.

[31] ASCZ, (CRETA) (Sin signatura);  Proceso inquisitorial contra Isabel Lunell, pag. 47.

[32] AHPZ, Caja 12, Nº 9;  Proceso inquisitorial contra Antón Ximenez de Rueda, pag. 33 vto.

[33] AHPZ, Caja 9, Nº 10;  Proceso inquisitorial contra Johan Pérez de Sancta Fe, pag. 23 vto.

[34] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simón de Sancta Clara, pag. 67.

[35] AHPZ, Caja 12, Nº 9;  Proceso inquisitorial contra Alfonso de Santa Cruz, pag. 104vto.-105

[36] AHPZ, caja 7, Nº 4; Proceso inquisitorial contra Pedro de San Johan, racionero de la Seo de Zaragoza y Vicario de Villanueva de Burjasot.,  pag. 77.

 

 

 

 

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