CÓMO ORABAN LOS JUDÍOS DE SEFARAD

 Por: Álvaro López Asensio

Página Web: www.alopezasen.com

1.- DISPOSICIONES PARA HACER ORACION

1.1.- La congregación mínima para orar: el Minyan

El minyan es el quorum mínimo necesario para comenzar la oración y culto comunitario en las sinagogas[1], oratorios y madrassas. El número mínimo exigido para el quorum es de diez varones mayores de trece años (la mayoría de edad judía). Cuando hay un número inferior a diez, cada persona allí reunida puede hacer oración individual y no asamblearia o edá. El origen del minyan hunde sus raices en la tradición bíblica de la Toráh[2].

En el minyan quedan excluías las mujeres y los niños menores de edad. El Talmud dice que «todos pueden venir para formar el quorum de diez miembros, llamado en hebreo Minyanim, y necesario para poder iniciar y celebrar cualquier acto litúrgico y aun las mujeres y los pequeños. Pero los sabios dicen que la mujer no puede leer la escritura por respeto a la congregación” (TB Meg 23a; Tos Meg 4,11).

- El 26 de junio de 1488, el musulmán Aye de Illueca, compadece como testigo ante la inquisición que juzga al converso bilbilitano y residente en Villarrolla de la Sierra, Luís de Heredia (acusado de judaizar), diciendo que  “havra ocho annos poco mas o menos era fama publica por todo el lugar de Ebrea y asi este deposante le hoyo dizir en el dicho lugar pero no le acuerda a quien que estando hun dia Mose Alcoçantin, jaquo Lapapa y los Maymons judios de Calatayud, Mosse Cey el cimaquero, judio de Illuequa, por que no cumplian a numero de diez y segunt se dize la oraçion del minyan que dizen los judios e no la pueden dizir sino que sean diez, huno llamado Luys de Heredia que solia bivir con el vizconde de Biota y agora es portero falladonse (hallándose) entre ellos ha huydo este testimonio no sabe a quien salvo que en ebrea era la fama publica dello quel dicho Luys de Heredia dixo dat aqua que yo sere el dezeno y que asi el dicho  (Pag. 5)  Luys de Heredia entro en una casa con los dichos judios y fizo la oracion con ellos po esta este testimonio de çierta sciençia no sabe salvo de hayda segunt dicho ha.  Testes: Johannes Torreson et Dominicus Egidii, nuncio oficii sante inquisiciois residents Calatayubii[3]”.

1.2.- La orientación para la oración: el Mizráh

La palabra hebrea Mizráh significa “oriente”. Este vocablo designa la pared de la sinagoga que está orientada al Este geográfico y donde se levanta el Armario de la Torán. Los judíos aragoneses rezaban orientados hacia esa dirección, ya que tenían prohibido elevar una plegaria sin mirar a Jerusalén (todas las sinagogas de la Península Ibérica están orientadas a la Ciudad Santa, es decir, hacia el Este).

Para los judíos, la oración es tan natural que no es necesario mandar hacerla. La Misná dice que “si una persona ora en la diáspora se ha de dirigir hacia Eretz Israel; si en Eretz Israel, hacia el Templo y si en el Tempo (de Jerusalén), hacia el Santo de los Santos (donde se guardaba el Arca). Si un hombre está en el Este del Templo, se volverá hacia el Oeste,; si está en el Oeste, se dirigirá hacia el Este; si está en el Sur, se volverá hacia el Norte y si está en el Norte, si dirigirá hacia el Sur” (Ber 4, 5).

2.- UTENSILIOS UTILIZADOS PARA LA ORACIÓN

2.1- La señal que recuerda a Dios: los Tefilim

Los tefilim son una señal y un recuerdo de los preceptos que ha mandado cumplir Yahvé al Pueblo de Israel. Esta costumbre proviene de la prescripción "Atarás (las palabras y textos del “semá”) a tu mano como una señal, como un recordatorio ante tus ojos" (Dt 6,8).

El término hebreo tefilim no aparece en la Toráh. La literatura rabínica acuñó el nombre, quizás por ser uno de los elementos esenciales para la práctica de la oración o tefilláh. También se les conoce (por una traducción de Mt 23,5) con el nombre popular de filacterias (del griego phylakterion que significa “objeto que protege o guarda”), ya que se dice que Yahvé mismo protege al que los lleva puestos.

Los tefilim[4] son dos cajitas o estuches de cuero (batim) donde se guardan los tres pasajes bíblicos del shemá o credo judío. Estos estuches tienen unas correas de cuero (llamadas retzuot) para atarlas: una a lo largo del brazo izquierdo[5] y  la otra en la frente[6]. Todo el cuero utilizado es de animal casher (permitido) y de perfecto color negro.

La Mitzváh recogida en (Ex 13, 9) establece las reglas para su correcta colocación, añadiendo: “Quien lleva filacterias es como si leyese la Toráh, y quien lee la Toráh está dispuesto de llevar las filacterias”. Al ponerse los tefilín el judío pronuncia esta bendición: "Bendito eres, Señor, Dios nuestro, rey del mundo, que nos ha santificado por sus mandamien­tos y nos ha prescrito el mandamiento de los tefilines".

Es muy importante que todo judío mayor de edad (más de 13 años) se coloque todos los días los tefilím, excepto en las fiesta del Sabbat, Iom Tov y Jol Hamoed. Las mujeres, los niños y personas con luto están dispensadas de llevarlos (M Meg 4, 7). La tradición dice que es conveniente rezar con ellos la oración de la mañana y, aunque se reconoce que por sí mismos son una mitzváh o precepto, se permite colocarlos, decir la oración del Shemá y quitárlos.

Por devoción, algunos los llevaban puestos todo el día[7]. Esta costumbre, todavía en uso entre los judíos ortodoxos, tiene su origen en una interpretación literal del (Dt 6, 8). Veamos alguna referencia documental que prueba el uso habitual de los tefilim entre los judíos bilbilitanos:

-  El 19 de octubre de 1485, el judío de Zaragoza, Noha Chinillo demanda al rabino de Calatayud, Açach Arama, para pedirle que le pagase el encargo que le hizo de buscar esposa a su hijo Meir Arama en Zaragoza. Tras encendidos debates y declaraciones de ambos ante los dayyamin o jueces de la aljama, rabí Açach Arama contestó que él “de aquello no le era tonido pagar nada”, a lo que Noha respondió: “senyores, mandarle atorgar e negar si mando o ofrecio pagarme”. Como rabí Arama insistía en que nunca prometió que le pagaría, dijo Noha: “senyores, haga juramento[8]”, entonces rabí Açach Arama “echo las manos en un tich (juego de dos cajas o estuches) de tifillim que levava sinse los tefillim dentro estar” y dijo: “por esta ley que nunqua le prometi pagas de fazer el matrimonio de mi fijo”. Ignoramos como terminó la cuestión y si efectivamente Noha Chinillo recurrió ante el Bayle exigiendo el pago que reclamaba a rabi Açach Arama.

-  El 18 de abril de 1503, el vecino de Calatayud, Anthono de Blanes, testifica ante la inquisición que juzga al converso, Anthon de Santangel (difunto), que “lo vio y lo hoyo algunas vezes que rezava en ebrayco el dicho Anthon de Sanctangel, y dize que como entrava en el studio del dicho Anthon de Sanctangel y lo veya, a este deposant queria en eso cerrar las vias que tenia en la mano y dize que antes de cerrarlas veya este deposant como stava scriptas las vias que tenya en ebrayco y le veya y hoya rezar en ebrayco en aquellas[9]”.

2.2.- La obligación de cubrir la cabeza con el Talit

El Talit es el mantón que se ponen los judíos sobre la cabeza para hacer oración en la sinagoga, especialmente durante la oración de la mañana. El paño es de color blanco con unas tiras o franjas celestes en sus extremos. En los bordes de sus cuatro ángulos lleva también unos flecos (llamados tsitsit) y en cada extremo, un cordón de púrpura azul celeste o morado para que, como dice la Torá , "al verlos os acordéis de todos los mandamientos del Señor y los cumpláis(Num 15, 37-41). El fleco con un hilo púrpura debe recordar también el carácter sagrado de la comunidad. 

El talit posado sobre la cabeza para hacer oración es una costumbre que hunde sus raíces en las tradiciones ancestrales de la Torá: “te harás unas borlas en las cuatro puntas del manto con que te cubras” (Dt 22,12). 

En la época de los profetas (Ez 8,3) se usaron franjas azules en los bordes de las vestiduras con cuatro cordones: tres blancos y uno morado; a veces, dos blancos y dos morados. Estos cordoneEn el evangelio de Mateo (Mt 23,5), el mismo Jesús critica la ostentación y el exceso que conducía agrandar las filacterias:“todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres: se hacen bien anchas las filacterias (tefilin) y bien largas las orlas del manto” (Mt 23,5).

Ya en la diáspora, cuando los judíos adoptaron los vestidos propios de cada lugar, el Talit se conservó como ornamento para la oración. Incluso el Talmud afirma que todo varón está obligado a llevar los flecos, ya que “el cordón celeste o morado se parece al mar, que se parece al firmamento, que se parece al trono de Dios” (TB Sot 17a).

Los procesos de inquisición revelan que los judíos de Calatayud ya utilizaban esta prenda litúrgica para rezar sus oraciones en la sinagoga y en el hogar. Un análisis de los mismos refleja que no lo conocían con el nombre de talit (denominación moderna), sino que tenía varios apelativos populares:

1.- Primera denomianción: “rrides de los que echan los judios por encima la cabeça” (redes que se ponen encima de la cabeza). Aunque el paño del Talit no se parecía a una red propiamente dicha, sin embargo, el escribano de la inquisición buscó una definición lo más parecida posible a lo que se ponían las mujeres cristianas encima de la cabeza para ir a misa: la red de seda o velo con el que se cubrían la cabeza.

-  El 7 de marzo de 1488, el judío de Calatayud, Yuçe Calan, declara ante la inquisición que juzga al converso, Leonart de Santangel, que el acusado “saco de un estudio una camisa de ras de judios a este testimonio y dos rrides de los que echan los judios por encima la cabeça, y que este testigo le pregunto al dicho Leonart de Sanctangel si le querria dar una de las rrides, que era de seda, por hun florin y quel dicho Leonart le respuso: a este testimonio por tampoco precio no gela dava, yo antes me la querra tener pues que su padre se la via leado (dejado) (AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Leonart de Sancto Angelo, pag. 158 vto.)”. 

Unos días más tarde, el 11 de marzo de 1488, el judío de Calatayud, Jaco Lupiel, dijo ante el tribunal, que el acusado los quería vender y que “por mano de davit Levi, judio corredor, le dava Rabi Joçen (Yuçe) cincuenta sueldos de la una y no gela queria dar (AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Leonart de Sancto Angelo, pag. 162 vto.)”.

2.- Segunda denominación: “toballolas, una de color y otra blanca listada” (tohallas), una de color y otra blanca con flecos rayados". En el siglo XV, los cristianos de Calatayud llamaban toballolas a las piezas de lienzo grandes que, por su tamaño, se parecían mucho al Talit judío, de ahí que los cristianos lo identifiquen también por este nombre.

-  El 9 de marzo de 1488, el vecino de Calatayud, Alfonso de Santángel, afirma ante la inquisición que juzga al converso, Leonart de Santángel, que no sabía que su padre tuviera unas vestimentas de rabino “salvo que sabe que quando murio el dicho su padre uno llamado Davi Levi, judio habitant de Calatayut, demandaron si tenia unas toballolas y vestiduras quel dicho su padre tenia, y que por esto este quonfessante los fallo en casa del dicho su padre dos toballolas de seda, la una de color, la otra blanqua listada (orlas azules) y una vestidura de seda como sobre pelliz y un pedaçó de coton como de bantlecho. Interrogado que fizo las dichas vestiduras, respuso que las tiene un judio llamado (blanco) que esta en Fariza y que no las tiene enpenyadas y vendidas, y quel uno de los de bantlecho viendio por manos de Davi Levi, judio y que tiene en su casa en troz de çendal o de sed(AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Leonart de Sancto Angelo, pag. 164. )”.

3.- Tercera denominación: el “çit çit” (tela para cubrir la cabeza). La palabra hebrea "tsitsit” significa “paño para cubrir la cabeza”. Mientras que las dos definiciones anteriores son formas cristianas de llamar al Talit, los secretarios de la inquisición también la escribieron como la pronunciaban los judíos de Calatayud, es decir, en su pronunciación hebrea: “çit çit” ” (o en su forma abreviada çit”). El “çit çit” medieval era bastante grande, tanto, que parecía un hábito porque tapaba todo el cuerpo hasta los pies. En los extremos solía tener unas cordetas o hilos deshilachados que adornaban la pieza.

-  El 15 de septiembre de 1500, el converso de Calatayud, Enrique García (que cuando era judío se llamaba, Mosse Benardut), declara ante inquisición que juzga a Johan Daça, que un día de pascua fue acompañado de Felipe Garçía (que cuando era judío se llamaba Çalema Benardut) a casa de Jehuda Naçan. Como estaba la puerta cerrada, fueron por una trasera que estaba abierta y entraron a la casa, donde encontraron a Jehuda Naçan, al acusado y a su familia conversa, sentados alrededor de una mesa comiendo pan cencenyo de la pascua, hamin y gallinas asadas “y que el judio tenia un cit vestido… y dize que el que seria y levava las haves a la mesa se llamava Jento Cohen (judío) y llevava vestido sobre si otro çit" (AHPZ, Caja 19, Nº 3;  Proceso inquisitorial contra Johan Daça, pag. 8 vto.-9). A continuación el fiscal le pregunta por las personas que estaban presentes, respondiendo que entre otros, “los judios que tenian vestidos el çit çit" (AHPZ, Caja 19, Nº 3;  Proceso inquisitorial contra Johan Daça, pag. 10)

-  El 4 de enero de 1501, el fiscal interroga a Johan Daça, acusado de judaizar, sobre lo que ocurrió en casa de Jehuda Naçan (descrito anteriormente), contestando “que se sento a la mesa este confesan con el dicho judio y con su mujer y comio alli juntamente con ellos gallinas y capones y hamin y pan cotaço y de las otras cosas que alli le daron y vebio del vino que ellos vebieron, y dize vio como el dicho judio staba sentado al cabo de la mesa y tenia alli un libro y tenia bestido un çitçit que era un habito blanco con unas cordetas" (AHPZ, Caja 19, Nº 3;  Proceso inquisitorial contra Johan Daça, pag. 24 bis vto.).

En la actualidad su uso está comúnmente extendido, siendo uno de los ornamentos más importantes para la oración. Cuando el judío piadoso se pone el Talit suele pronunciar esta bendición: “Bendito eres, Señor, Dios Nuestro, Rey del mundo, que nos ha santificado por sus mandamientos y nos ha ordenado envolvernos con el tsitsit”.

2.3-- El candelabro de siete brazos: La Menorá

El término menoráh deriva de la palabra hebrea “nur” (luz). La menoráh es llamada popularmente “candelabro de siete brazos” por las siete lámparas que sostiene.

Según el modelo que presentó Yahvé a Moisés[1] en el monte Sinaí (Ex 37, 17-24), consta de una base y un tallo vertical del que derivan tres brazos en cada lado paralelos y sobre un mismo plano vertical, elevándose los seis en semicírculo a la misma altura que el tallo. Los brazos y el tallo (bastante delgados) están decorados con copas y flores abiertas, motivos que forman un todo con el candelabro, siendo el conjunto de oro puro y de aproximadamente un talento de peso (unos treinta kilos). De este metal también son las siete lámparas móviles que pendían del candelabro.

En la antigüedad la menoráh se coloca en la tienda del encuentro para que su net tamid o “luz eterna” ilumine sin interrupción[2] el Arca que contenía las Tablas de la Ley[3].

En la época del Templo, las nerot (lámparas) de la menorot (candelabro) se encienden con aceite puro de oliva. Un sacerdote las mantiene encendidas todo el día en el Santuario del Templo por medio de unas tenacillas de oro.

Las sinagogas de la diáspora normalizan su uso litúrgico al presidir todas las oraciones, oficios y celebraciones litúrgicas delante del Armario que custodiaba la Torá (Aron Torá).

Fuentes rabínicas afirman que el mejor regalo que se puede hacer a una sinagoga es una menorá, considerada también como elemento imprescindible para la decoración religiosa del pueblo judío. Sus representaciones son significativas en las sinagogas, en las casas, en vasijas y objetos decorativos, en lápidas funerarias, en estelas, en lucernarios y en todo tipo de joyas ornamentales. Este anagrama se ha convertido, junto a la estrella de David, en uno de los símbolos más importantes de la identidad judía.

3.- MODO DE REZAR LOS JUDIOS DE SEFARAD

3.1.- El movimiento en la oración: “sabadear”

Los procesos de inquisición nos confirman la costumbre que tenían los judíos y conversos de moverse (mecer el torso) al rezar o leer libros piadosos. El movimiento de la cabeza y de los hombros (hacia delante y hacia atrás) era rítmico[4], lo que ayudaba a concentrarse en el rezo y comunicarse mejor con Yahvé. Esta práctica se fundamenta en el texto bíblico: “todos mis huesos dirán, oh el Eterno, ¿quién hay como tu…” (Sal 35, 10). Veamos algunos pasajes que demuestran su práctica entre los judíos de Calatayud:

1.- Los textos llaman a esta práctica “sabadear” (rezar meciendo la cabeza). Los judíos aprovechaban el shabat para rezar más tiempo del habitual y con mayor intensidad, lo que hacía que moviesen continuamente el cuerpo de cintura para arriba con fervoroso entusiasmo. Por ello, no es de extrañar que este movimiento recibiera el nombre popular de “sabadear”.

- El 17 de julio de 1488, la vecina de Cervera, Bartholomea Abbat, mujer de Porrunto, confiesa ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que “lo vio fazer oracion al dicho Simon muchas de vezes por huna cambra paseando y que como fazia la dicha oracion yva sabadeando con la cabeça[5]”.

- El 24 de julio de 1488, el habitante de Calatayud, Dominicus Donadilla, asegura ante la inquisición que juzga al converso, Alfonso de Santa Cruz, que vio “como el dico Sancta Cruz, ante que lo viese, estava sabadeando y rezando vaxiquo en eníma la mesa empo no sabe ni entendio este testimonio lo que rezaba[6]”.

- El 15 de agosto de 1488, el vecino de Morata (de Jiloca), Dominicus García, dice ante el tribunal de la inquisición que juzga al converso, Jacobo Alvarez, que vio al acusado y a Martín Ximenez parar “las mulas en el camino por donde yvan e les vio que estavan sabadeando remeciendo la cabeá e rezando en ebrayco[7]”.

2 .- Aunque poco frecuente, también lo llaman “sermonear. El hecho de que reciten las oraciones ebraycas en voz baja, rápido y sin parar, hizo que los cristianos las comparen con los tonos y formas que emitían los clérigos en sus sermones y lecturas del Oficio Divino, de ahí que la inquisición utilice este nombre.

-  El 18 de marzo de 1488, el vecino de Calatayud, Alfonso Bravo, afirma ante el tribunal de la inquisición que juzga al converso, Johan de Sayas (acusado de judaizar), que “indo camino este testigo con Johan de Sayas, y el dicho Johan de Sayas, sastre, el yva sermoneando en ebrayco… lo quedize no lo sabe[8](386)”.

3.2.- Forma de rezar de los judíos de Sefarad

La Ley judía o halajá recomienda que los fieles tengan plena conciencia de que se están dirigiendo a Yahvé cuando rezan. El hecho de recitar de memoria unas oraciones o leerlas pasivamente de algún libro piadoso, no se considera una oración propiamente dicha. Para convertirlas en oración tiene que haber una actitud personal y positiva hacia Yahvé, así como el convencimiento de estar cumpliendo uno de sus principales preceptos o mitzvot. La palabra hebrea que define esta actitud de concentración, intención, propósito y entrega a la oración se denomina kavaná. Sin ella no habría oración, ya que es lo totalmente opuesto a la mera recitación mecánica de las palabras.

La tradición judía considera que se puede hacer oración cantando, recitando o en silencio si se hacen con la devoción que exige la kavaná. Veamos algunos ejemplos de cómo rezaban los judíos de Calatayud:

1.- La recitación como forma habitual de oración. En la mayoría de los casos, los judíos solían recitar sus oraciones con el mismo tono que cuando hablaban. Como las prescripciones ordenan que la oración sea en minyan (quorum mínimo de diez personas), la asamblea se dividía en dos grupos para recitar sus estrofas o párrafos alternadamente. Cuando no se daba esta circunstancia, los asistentes se repartían los estribillos o partes del recitado.

- El 6 de marzo de 1488, el judío de Calatayud, Yuçe Çadoch, atestigua ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que le dijo “quando yva a missa nunqua fazia oraciones de cristianos sino oraciones de judios de las que dizen los judios en la sinoga[9]”.

- El 26 de agosto de 1488, el vecino de Calatayud, Anthonius de Blanes, declara ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que “en la puerta de su botiga dixo al dicho Çalema judio a tanto de resodes, es la pascua y el dicho judio le respuso que era verdat y assi el dicho Simon de Sancta Clara y el dicho judio se entraron en la botiga y encima de hun tablero el dicho judio y el dicho Simon rezavan a vezes quando el huno quando el otro en ebrayco, lo qual les duro mas de media ora gruesa[10]”.

2.-  El canto como expresión alegre de oración. El canto y la música son un componente fundamental del rezo tanto sinagogal, como individual. En las sinagogas bilbilitanas se cantaban muchos Salmos y estrofas del oficio divino cotidiano.

- El 6 de marzo de 1488, el judío de Calatayud, Yuçe Çadoch, afirma ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que estando en la botica del acusado “a voz alta cantava prosas y oraciones judaycas de las que dizen los judios en su sinoga, los quales oyan en diversas vezes muchos judios cuyos nombres no le acuerda… rezava assi cantando las dichas oraciones judiegas[11]”.

- El 5 de agosto de 1488, la judía de Calatayud, Duenya de Israel, viuda, atestigua ante la inquisición que juzga a Simón de Santa Clara, que estando en su casa “oya muchas vezes como el dicho Simon de Sancta Clara el viejo, cantava en ebrayco y a hun muchas vezes hablava en ebrayco y dizia muchas palabras indignenyas según los judios dizen[12]”.

3.-  El silencio como aspecto para interiorizar la oración. A parte de la recitación y el canto, en ocasiones la oración se hacía en silencio. Aunque no era muy frecuente, los judíos  solían hacerla en la intimidad del hogar y en lugares apartados para no molestar a los de casa o al resto de vecinos. Los conversos procuraban también no rezar en público, ya que el ebrayco les podía delatar  y, por ello, ser denunciados y perseguidos por la inquisición.

-  El 25 de enero de 1491, el notario de Calatayud, Joan Cortés, dice ante la inquisición que juzga al converso Jacobo (Jaime) Álvarez, que “lo vidia que medama (se movía) como judio, sabadeando e dizia en ebrayco callando su oracion[13]”.

4.- ORACIONES SINAGOGALES DE LOS JUDIOS DE SEFARAD

4.1.- LA IMPORTANCIA DE MEMORIZAR LAS ORACIONES

Es tradición en el mundo judío enseñar la tefilá u oraciones sinagogales desde niños, a fin de cumplir con los deberes religiosos de la Halajá o Ley judía. En los procesos de inquisición estudiados se constata que los conversos bilbilitanos todavía recordaban muchas de las oraciones que aprendieron siendo niños hebreos (o aprendidas de sus padres conversos que fueron judíos), las cuales recitaban en privado o en compañía de otros conversos y judíos.

1.-  Los judíos y conversos aprenden de memoria las oraciones. Los procesos de inquisición están llenos de testigos que acusan a los conversos bilbilitanos de leer o recitar de memoria muchas de las oraciones judías sinagogales en ebrayco, a las que popularmente se las conocía por la primera letra o frase hebrea con la que comenzaban.

- El 1 de julio de 1488, el judío de Calatayud, Brahem Alpastan, afirma ante la inquisición que juzga al converso, Simón de Santa Clara, que “algunos dias dentre semana este deposante oya rezar al dicho Simon de Sancta Clara oraciones et historias en ebrayco estando dentro de su casa a la puerta, e que començavan las dichas oraciones en ebrayco en esta manera “ohila la el hahale paman esala mi menum mane la son”, e atemanyento en esta manera “y hun leraón y embre si behe yon libbi lefanea Adonai çuri begoali”, que quiere dezir: “rogare al Dio esperate sus pradades, demandare responsion de lengua”, el atemanyento quiere dezir: “sean por volutat dichos de huna boca y no fable si no de mi coraón delante de ti Adonai mi fuerte y mi redimidor”; e que otras muchas oraciones dizia en ebrayco… y que el dicho Simon de Sancta Clara dixo a este deposante alguans vezes que no havia dia no lo decia que desde “metilat y adayn y Edonay desama fasta alenueve sablea ladon hacol”, que quiere dezir los dichos motes en ebrayco: “lavadora de moni, mi Dios alma fasta sobre nos pa alavar al Senyor de lo todo[14]”.

-  El 1 de julio de 1488, el judío de Calatayud, Simuel Çadoch, dice ante la inquisición que juzga al converso, Simon de Santa Clara, que “cerca de la Pascua de las estrellas de los judios, passado este deposante por la puerta de Simon de Sancta Clara… clamo a este deposante e le dixo: muy gento que haveys leydo, et este deposante le respuso la “mi camoa”, et el dicho Simon de Sancta Clara dixo las oras a este depsoante que le dixiese la “mi camoa”, et le dava huna toronja (naranja), et este deposante gele dixo toda en ebrayco, et el dicho Simon de Sancta Clara dio le a este deposante la dicha toronja. Et dize este testigo que la “mi camo a” es huna oracion, la qual fazen los judios antes de la dicha fiesta de las estellas et comença en esta manera en ebrayco “mi camoha ma vehem camoha mi domela” que quiere dezir en romanze “quien como tu y no ay como tu, quien semejante a ti[15]”.

2.-  Los judíos y conversos leen las oraciones largas y difíciles de recordar. Ciertas oraciones del oficio cotidiano (oración de la mañana, tarde y anochecer) las sabían de memoria por su frecuente y reiterada recitación. Sin embargo, algunos Salmos y oraciones largas las solían leer de los libros de oraciones porque eran más difíciles de recordar.

-  El 17 de agosto de 1488, el judío de Daroca, Benvenis Arrueti, expone ante la inquisición que juzga al converso, Jacobo (Jayme) Alvarez, que “vio y oyo este deposant como estava liendo (leyendo) e oyo estas palabras “beata Adonay mahem bahadi” y oidas dixo le este testimonio, que ye esso don Jayme Alvarez, y respuso que digo los “sibym oscam peçoquim”, los quales tenia escriptos en ebrayco y los leya e mostro al presente testimoni deposant[16]”.

3.- Los judíos y conversos interpretan los textos bíblicos. Tener acceso a los textos Sagrados y aprenderlos de memoria facilitó que, los judíos bilbilitanos se esforzasen por entender su exégesis bíblica y conocer su significado teológico.

Los cristianos, por el contrario, no solían leer ni estudiar las Sagradas Escrituras, sino que se limitaban a escuchar las explicaciones del Sacerdote en sus predicaciones y catequesis. Los conversos heredaron la inquietud intelectual de los judíos y no la de sus convecinos cristianos. A menudo hablaban con sus amigos y parientes hebreos de aquellas lecturas e interpretaciones de los pasajes bíblicos que les interesaba, lo que les ocasionó muchos problemas con la inquisición.

- El 17 de marzo de 1488, el converso de Calatayud, Jayme Ramón (difunto y acusado de judaizar), comparece ante la inquisición, diciendo: “…item que en el tiempo que maestre Torres vivia, maestre Coston y maestre Espital estavan aquí en Calatayut… Et con aquel los dichos maestros quendo ha manera de fazer algun himno, venian a mi a que les dixiesse algun vierso del salterio o alguna parte de las profecias o de los reyes que queria dizir o como se entendia lo que ellos dubdavan. Et el maestro mayor leyeendo en el estudio el salterio et otros estudeantes me demandavan muchos vocables muy esturos et con aquel livro les declara el signifficado del vocablo. E asi mesmo en el dicho livro estava Daniel et el maestro mayor  me demandava algunas cosas Daniel por informarse que dizia Daniel e yo dizia y de lo que y de sabia[17]”.

- El 27 de marzo de 1488, el judío de Calatayud, Yuçe el Bayo, atestigua ante la inquisición que juzga al converso, Jacobo (Jayme) Alvarez, que fue con su padre a casa del acusado y lo encontró (junto a su muger) que “dizia su oracion en hun lbiro judayco y fallaron lo leyendo en hun testo que dizia “casa de Jacob andat y andaremos en luz de Adonay nuestro Dios, que todos los pueblos andan cada uno en nobre de su dio” y el dicho Jayme Alvarez dixo al padre deste testigo, que quiere dezir este testo y su padre deste testigo le dixo declarando lo de ebrayco en nuestra lengua que quiere dezir como arriba esta declarado “andar y andaremos en la Ley de Adonay y que todos los pueblos yvan a adorar en nombre de su Dios”, y entoces el dicho Jayme Alvarez dixo: no dize assi sino que “los otros pueblos andan en nombre de baron a servicio del ombre que no es Dios, que el maestro es Dios Adonay[18]”.

- El 25 de abril de 1488, el judío de Calatayud, Salomón Axequo, rabino por entonces de la aljama de Cetina, declara ante la inquisición que juzga al converso, Jayme Ramón, que “estando fablando con el dicho Jayme Remon, muchas vezes el dicho Jayme Remon pregunto a este deposante de algunos salmos de David, como se entendia en ebrayco y como lo dosant sus doctores y este deposane gele dizia al dicho Jayme Remon como se entendia los dichos Salmos y profecias[19]”.


[1] Harás un candelabro de oro de ley; todo cincelado: base, fuste, copas, cálices y corolas araancarán de él. De sus lados arrancarán seis brazos, tres a cada lado. Cada brazo tendrá tres copas, como flores de almendro, con cáliz y corola; serán iguales los seis brazos que arrancan del candelabro. El candelabro tendrá cuatro copas, como flores de almendro, con cáliz y corola. Un cáliz debajo de cada pareja de brazos del candelabro; serán iguales los seis brazos del candelabro. Cálices y fustes arrancarán de él, todos por igual cincelados en oro puro. Harás también siete lámparas y las pondrás sobre el candelabro de modo que iluminen la parte delantera. Sus despabiladeras y ceniceros serán de oro de ley. Emplearás treinta kilos de oro para hacer el candelabro y todos sus utensilios. Te ajustarás al modelo que te fue fostrado en la montaña” (Ex 25, 31-40).

[2] El Señor dijo a Moisés: Manda a los israelitas que te traigan aceite de oliva puro y refinado para alimentar cada día la lámpara. En la tienda del encuentro, delante de la cortina de la Alianza, Aarón preparará cada día la lámpara, para que arda de la noche a la mañana en presencia del Señor. Es Ley perpetua para vuestras generaciones. Colocará siempre las lámpara en el candelabro de oro de Ley en presencia del Señor” (Lv 24,3).

[3] El decálogo de la Ley contenido en  (Ex 20,1-17) significa “diez palabras”, pero solamente se recogen nueve mandamientos (por eso no hay que hablar de los “diez mandamientos”). El decálogo comprende dos partes, de ahí la imagen de las dos tablas (Ex 31,18): la primera comprende las cinco primeras palabras, que hacen referencia a Dios (versículos 2-12); mientras que la segunda comprende las otras cinco palabras, que conciernen a las relaciones humanas (Versículos 13-17).

[4] También existe una leyenda popular judía que dice que en la antigüedad los libros eran escasos, por lo que muchas personas debían compartir el mismo libro, al mismo tiempo. Eso producía la necesidad de estar meciéndose constantemente para porder leer el libro, alejándose para que otro pudiera acercarse. Con el paso del tiempo, el movimiento se institucionalizó como hábito.

[1] Se exige minyan en las tres oraciones diarias que se convocan en la sinagoga; en la “minja de Shabat” (la oración de la tarde y noche del sábado), así como en todas las fiestas o celebraciones religiosas del judaísmo. También es necesario para leer la Torá  y recitar la haftará; así como en una boda.

[2] Cuando el libro de los Números dice que diez de los doce exploradores enviados a reconocer la Tierra Prometida de Canaan (excepto Joshua  Caleb) retornan diciendo al pueblo que nunca vivirían en dicha Tierra. Con respcto a estos diez hombres, Yahvé dijo: “¿Hasta cuando he de soportar a esta pervesa congregación (ha-edá) que se queja contra mí?” (Num 14, 27). Por consiguiente, Yahvé dijo que esa congregación (de 10 hombres) representa a todo Israel.

[3] AHPZ, caja, 12, nº 9, Proceso inquisitorial contra Luis de Heredia, pag. 4 vto

[4] PELAEZ DEL ROSAL, J.; Op. Cit.  “La sinagoga”, pag. 97.

[5] Cuando se coloca el tefilim en la cabeza se dice la bendición de la Toráh: “Bendito seas tu, Dios nuestro, Rey del Universo, que nos eligió entre todos los pueblos y nos dió su Toráh, Bendito seas tu Dios, quien entrega la Toráh”.

[6] Mientras se colocan las correas de los tefilim en el brazo se dice la siguiente biendición: “Bendito eres, Señor, Dios nuestro, Rey del mundo, que nos ha santificado por sus mandamientos y nos ha ordenado envolvernos con el Tsitsit”.

[7] El tiempo de colocación es desde que amanece hasta la puesta del sol (es mejor colocarlos a la mañana en la oración matutina, pero si no es posible se puede hacer hasta la puesta del sol, ya que a partir de ese momento es cuando comienza el nuevo día, según su medida del tiempo, y por lo tanto el tiempo de descanso, incluso de sus obligaciones religiosas).

[8] MARIN PADILLA, E.;  “En torno a una demanda de pago a Rabí Açach Arama ante los Dayyamim de Calatayud (siglo XV)”, pag. 121-148.  VEASE TAMBIÉN:  LOPEZ ASENSIO, A.;  Op.  Cit.  “Sabiduria judía de Calatayud y Sefarad”, pag. 267 ss.

[9] AHPZ, Caja 12, Nº 8., Proceso inquisitorial contra Anton de Santangel, pag. 25 vto[5] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Johan de Sayas, pag. 41 vto

[6] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Alfonso de Sancta Cruz, pag. 103

[7] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Jacobo (Jayme) Alvarez, pag. 179 vto.

[8] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Simon de Sancta Clara, pag. 75.

[9] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Simon de Sancta Clara, pag. 68 vto.

[10] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Simon de Sancta Clara, pag. 59 vto.

[11] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Simon de Sancta Clara, pag. 69.

[12] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Simon de Sancta Clara, pag. 60

[13] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Jacobo (Jayme) Alvarez, pag. 182

[14] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simon de Sancta Clara, pag. 64 vto.

[15] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Simon de Sancta Clara, pag. 65 vto.

[16] AHPZ, Caja 12, Nº 7.  Proceso inquisitorial contra Jacobo (Jayme) Alvarez, pag. 180

[17] AHPZ, Caja 7, Nº 7,  Proceso inquisitorial contra Jayme (Jacobi) Ramón, pag. 3

[18] AHPZ, Caja 12, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Jacobo (Jayme) Alvarez, pag. 180 vto

[19] AHPZ, Caja 7, Nº 7;  Proceso inquisitorial contra Jacobo (Jayme) Ramón, pag. 19.

 


Comentarios

Entradas populares de este blog