JERICÓ: LA CIUDAD MÁS ANTIUGUA DEL MUNDO
1.- SU UBICACIÓN GEOGRÁFICA
La ciudad de Jericó está situada
en lo que es hoy Autoridad Nacional Palestina, y dista de Jerusalén (la capital
de Israel) unos
Pero
Tampoco es la que fue arrasada por el pueblo hebreo, cuando Josué (Jos 6, 1-27) inició la conquista de aquella tierra que Yahvé le había prometido a los Patriarcas y a Moisés: ”he bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseos” (Ex 3, 8).
2.- SUS REFERENCIAS HISTÓRICAS EN LA BIBLIA
Una ciudad tan antigua tuvo que tener, a la fuerza, un gran protagonismo dentro de la historia del Pueblo de Israel y, más concretamente, en la historiografía bíblica. Veamos las citas que avalan su importancia histórica y geoestratégica:
1.- Números 22, 1. La ciudad de Jericó.
2.- Números 26, 3-63. Estepas de Moab... a la altura de Jericó.
3.- Deuteronomio 32, 48-52. Monte Nebo... frente a Jericó.
4.- Josué 2, 1-24. Los espías de Josué en Jericó.
5.- Josué 3-4. Paso del Jordán de Guilgal.
6.- Josué 6-7. Toma de Jericó.
7.- Josué 16, 1-10. Límites geográficos de la tribu de Efraím.
8.- Josué 18, 21. Límites geográficos de la tribu de Benjamín.
9.- Jueces 3, 13. “La ciudad de las Palmeras”.
10.- 1Reyes 16, 34.
Reconstrucción bajo el reinado de Ajab por Jiel.
11.- 2Reyes 2, 1-18.
Escenario de la transmisión del Espíritu profético a los Profetas Elías
y Eliseo.
12.- 2Reyes 2, 19-22.
Eliseo sana las aguas saladas en Jericó.
13.- 2Reyes 25, 5. El
rey Babilónico, Nabucodonosor, captura a Sedecías en las llanuras de Jericó.
14.- Jeremías 39, 5 y 52, 8.
El rey Babilónico, Nabucodonosor, captura a Sedecías en las llanuras de
Jericó.
15.- Esdras 2, 34. En
Jericó se instalan 345 personas que habían regresado del desierto.
16.- Nehemías 6, 2 y 7, 36.
En Jericó se instalan 345 personas que habían regresado del
desierto.
17.- Eclesiástico 24, 14.
Famosas por sus rosas.
18.- Mateo 20, 29-34.
Los dos ciegos de Jericó.
19.- Marcos 10, 46-43.
Curación del ciego de Jericó.
20.- Lucas 18, 35-43.
Curación del ciego de Jericó.
21.- Lucas 10,29-37.
La parábola del Buen Samaritano.
22.- Lucas 19, 1-10.
Pasaje del publicano Zaqueo en el sicómoro.
23.- Hebreos 11, 30. Se exalta la fe de la mujer de vida alegre de Jericó, la cual se libro de perecer. “Por la fe (la fe de la mujer) cayeron los muros de Jericó”.
3.- JERICÓ
A TRAVÉS DE
3.1.- Sus diversas ubicaciones
Como ya sabemos, la ciudad de Jericó está llena de historia. A pesar de la maldición de Josué: “¡Maldito sea delante de Yahvé el hombre que se levante y reconstruya esta ciudad (de Jericó)!” (Jos 6,26), la arqueología nos demuestra que fue construida y reconstruida en tres emplazamientos geográficos diferentes:
3.2.- El yacimiento arqueológico de “Tell-Es-Sultán”
En un montículo situado a la izquierda de la carretera que
va a la ciudad de Tiberias (Galilea), se encuentra este sorprendente yacimiento
arqueológico llamado “Tell-Es-Sultán”. Como ya sabemos, en sus estratos
inferiores se encuentran las ruinas de la que es considerada la ciudad más
longeva del mundo. El relato bíblico de su conquista por Josué[1]
-hacia el
1.- En el año
2.- En los años 1930-1936, J. Garstang[3], en una expedición más amplia, sacó la conclusión errónea de identificar tres de sus muros con la fortificación que destruyó Josué.
3.- Este error fue subsanado por Dame K. Kenyon[4] durante las campañas de excavación de 1952-1958, quien dató esos tres muros
-anteriormente hallados por Garstang- en el III milenio a.C. (es decir, muy anterior a la época de Josué).
3.3.- La torre neolítica de “Tell-Es-Sultán”
Como fruto de sus excavaciones, Keynon[5]
afirma que este Tell está formado por
la sucesión de los 17 estratos de ocupación que forman el montículo (Tell significa colina artificial). Los
restos más antiguos son de finales del X milenio a. C. y pertenecen a una cultura
desarrollada en el área palestinense del precerámico A (9.500-
Aspecto de la torre con el muro defensivo contiguo. Foto:Bibleplaces.
Es precisamente en este período de sedentarización masiva
(VIII milenio a.C.) cuando se construye la sorprendente torre circular de
piedra y forma cónica -de 8’5 metros de diámetro en la base y
Vista del interior de la torre con sus peldaños. Foto: American Friends of Tel Aviv University.
En estratos superiores, Keynon observó una serie de culturas
que irán dejando su huella histórica[9] hasta
el período urbano del bronce (3.100-
Tras la época de Josué, la ciudad fue reedificada bajo el
reinado de Ajab (
El director de la excavación, Keynon (al igual que la
mayoría de los arqueólogos), sostienen que la torre tuvo funciones defensivas,
por lo menos eso se deduce del muro de
Estudios recientes de los arqueólogos Ran Barkai[10] -del
Departamento de Arqueología de
A la vista de los resultados arqueológicos, todo hace
pensar que, además de tener una función defensiva, la torre pudo tener una
finalidad no sólo religiosa sino también como silo para el grano pues, como
sabemos, esta conjunción ya se daba en Mesopotamia y en el antiguo Egipto,
donde los templos eran -además de lugares sagrados- centros de dirección,
administración y almacenaje de los productos agrícolas.
3.5.- La Jericó Herodiana
No vamos a entrar en detalles sobre el complejo arqueológico palatino de Herodes, ni en la ciudad que se construyó al lado, ya que no es objeto de este estudio. Así pues, continuaremos analizando la importancia que ha tenido la torre neolítica del “Tell-Es-Sultán” en la arquitectura urbana y defensiva de los pueblos y civilizaciones posteriores.
4.-
1.- La torre neolítica de “Tell-Es-Sultán” de Jericó es la más longeva del mundo (datada en el VIII milenio a.C.). El hecho de estar junto a un conjunto amurallado hace pensar que, inicialmente, tuviera una finalidad defensiva. No obstante, también pudo tener cierta utilidad religiosa (la altura se asocia con la divinidad) y astronómica (en ella se estudia la posición de las estrellas, las estaciones y los solsticios).
2.- Esta torre fue modelo de inspiración para las culturas semitas del Próximo Oriente y, más concretamente, para la civilización Asirio-Babilónica. Sus ciudades también se amurallaron y, en medio de ellas, construyeron una gran torre llamada ziggurat. La torre tuvo la misma finalidad que la de Jericó: defensa, sentido trascendente y observatorio astronómico.
3.- Los semitas del clan de Abraham, Isaac y Jacob (los Patriarcas del pueblo judío) construyeron sus santuarios religiosos bajo los árboles sagrados, sobre las altas montañas como morada divina, junto a las fuentes, y donde la divinidad se manifestaba a los hombres (teofanía). También la altura de la torre neolítica de “Tell-Es-Sultán” de Jericó influyó para que dichos santuarios se construyeran en estos lugares y, muy especialmente, en las montañas elevadas porque se consideraban símbolos de encuentro entre Dios (llamado entonces “El”) y el clan de los Patriarcas.
4.- Los egipcios asimilaron las torres en su tipología constructiva; pero no como elemento defensivo-astronómico, sino únicamente como elemento pseudoreligioso-escatológico. Los Pilonos de los templos y los Obeliscos que los preceden simbolizan la divinidad, aludiendo así a la relación entre lo terrestre y lo sagrado. Las pirámides -utilizadas como monumentos funerarios- simulan altas montañas. La altura como encuentro con lo divino (idea muy presente entre los antiguos semitas bíblicos) sigue ahora presente en la cultura egipcia pero con un nuevo significado: el escatológico.
5.- En el Imperio Romano, las torres utilizadas por las civilizaciones antiguas perdieron la finalidad religiosa que tenían, para adoptar exclusivamente la militar y defensiva. Las ciudades se construyeron con amplios muros (los Oppida o ciudades amuralladas) a los que adosaban torres circulares (las turres y burgi de los castra) para garantizar la seguridad de sus ciudadanos en un eventual asedio o ataque.
6.- Con independencia de las torres-alminares de las mezquitas que fueron construidas por todo Al-Ándalus, los musulmanes desarrollaron un complejo sistema defensivo para defenderse de sus luchas intestinas, así como de los ataques y avance conquistador de los cristianos. Los sistemas táctico-defensivos a base de torres, atalayas y castillos perfeccionaron las estrategias militares antiguas, sobre todo romanas.
8.- Algunas iglesias del siglo XX siguen teniendo su campanario no sólo para consolidar su presencia urbana, sino también para recordar su simbología religiosa.
9.- Hemos descartado en este trabajo el estudio y mención
de aquellas torres con función tecnológica actual: molinos, torres de reloj,
torres de tendido eléctrico, torres de refrigeración, torres de control
(aeropuertos), faros, torres de señales, torres solares, torres de
comunicaciones, torres de telefonía móvil, torres de radar, torres mirador,
torres viviendas, rascacielos, etc.
[1] Según el relato bíblico, Josué envió espías a Jericó desde el otro lado
del Jordán, para estudiar las posibilidades de la conquista. Y cuando llegó el
día, después de atravesar el río, ordenó una estratagema de conquista que se
llevó a cabo en siete días, dando cada día una vuelta a la ciudad: “Tenía
Jericó cerradas las puertas y bien echados los cerrojos por miedo a los hijos
de Israel, y nadie salía ni entraba en ella. Yahvé dijo a Josué: Mira, he
puesto en tus manos a Jericó, a su rey y a todos sus hombres de guerra. Marchad
y dad una vuelta en derredor de la ciudad. Así haréis por seis días. Siete
sacerdotes llevarán delante el arca siete trompetas resonantes. Al séptimo día
daréis siete vueltas… Pero el séptimo día se levantaron al amanecer y dieron la
vuelta a la ciudad, siguiendo el mismo rito siete veces. Sólo aquel día dieron
la vuelta a la ciudad siete veces. A la séptima vez los sacerdotes tocaron las
trompetas y Josué dijo al pueblo: ¡Gritad, que Yahvé os entrega la ciudad¡… El
pueblo gritó y sonaron las trompetas. Al oírlas el pueblo lanzó el grito de
guerra y el muro se desplomó. Asaltaron la ciudad, cada uno frente así, y se
apoderaron de ella. Dieron al anatema todo cuanto en ella había” (Jos 6,
15-21).
[2] ROSSNER, R.; “The once and
furure citv” (artículo en el “The
Jerusalem Post - 15 de noviembre de 2009).
[3] GURNEY, O.R.; FREEMAN, P.; “Garstang,
John Burges Eustace (1876-1956).
[4] KENYON, K.M.; HOLLAND, T.A.; “Excavations
at Jericho: The architecture and stratigraphy of the Tell : plates”,
Pag. 6.
(British School of Archaeology, 1981).
[5] KENYON, K.M.; HOLLAND, T.A.; “Excavations at Jericho: The architecture and stratigraphy of the Tell : plates”, Pag. 6. (British School of Archaeology, 1981).
[6] Se denomina Natufiense a una cultura del epipaleolítico final y mesolítico, que se extiende por toda la zona del Próximo Oriente, desde el Éufrates hasta Egipto y los desiertos situados al sur. Cronológicamente está situado entre el10.800 y
[7] O'SULLIVAN, A.; “World’s first skyscraper sought to intimidate masses” (Jerusalem Post, 14 February 2011).
[8] La ruptura del patrón cultural tradicional se manifiesta también en modificaciones en cuanto al ritual y los útiles de piedra, lo que se ha interpretado como la llegada de nuevos pobladores, probablemente procedentes de Siria. Importante es la aparición de nuevas prácticas de enterramiento, como la costumbre de enterrar a los muertos bajo el suelo de las viviendas, o la de modelar en yeso las facciones de la cara sobre cráneos humanos, incrustando a veces conchas a modo de ojos.
[9] El pueblo que vino después (milenio VII a.C.) vivió en casas más suntuosas, de forma rectangular y con varias habitaciones entorno a un patio. Las pareces estaban revocadas y con frecuencia pintadas de rojo. Comienza a utilizarse el molino de mano, símbolo de la cultura agrícola. Y se practican los enterramientos bajo el pavimento de las casas. En una de ellas se encontró una serie de cráneos separados del tronco, con signos evidentes de haber sido objeto de recreación artística. Se habían modelado con yeso las facciones del difunto, logrando a veces una gran expresividad. Quizá esta práctica estaba relacionada con algún culto a los antepasados.
[10] CASO DE LOS COBOS, G.; “El Primer rascacielos del mundo” (revista Terrea Antique - Arqueología antigua y medieval), Febrero de 2011.
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